jueves, 2 de octubre de 2014

Compañera de lujurias


Vanidosa y orgullosa,
mi entidad he de cuidar
Para los pasajeros temporales
que mi infierno han de gozar.

Las llagas de mi cuerpo taparé
ya he de esconder,
la experiencia de besos y fisuras
mas nunca tendrán que saber.

Suaves, salvajes, dulces y amargos,
todo espécimen se aparece en mi cuarto,
bajo mis sabanas, entrepierna, mis senos
y  finalmente mi regazo.

Llorando sus penas,
desquitando sus fracasos,
mi sola presencia es su diario,
el típico cantinero limpiando el último vaso,
contando las horas,
mientras el borracho desconsolado,
cuenta sus penurias a ese apreciado extraño.

Silenciosa y comprensiva,
sólo he de aceptar al que vendrá,
sea como sea,
ya mis piernas dispuestas se abrirán,
caballero de ratos, hazme tuya una vez más.

Marcelo, Jorge, diego un orgasmo y tal,
Carlos, Pedro, Ernesto, de mi corazón no marcharan.

Tu amiga, amante, compañera de una noche,
sentimientos poseo, humana soy,
con un corazón trizado cada día,
marcada por tu huella y la de cuantos ya,
nunca olvido, ni el amor sagaz,
soñando con los brazos de un galán,
quedarme allí inmortal
y jamás largar a los brazos de otro,
nunca más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario