lunes, 17 de marzo de 2014

Mi amante fantasma.

Apreciemos ese momento de tal manera que el espacio y  nuestro alrededor queden vacíos, que dentro de él se encuentren solo nuestras dos figuras interactuando y nada más, olvidada la realidad por un momento. Róbame el aliento, consume mis suspiros, arráncame cada beso como si nuestro fin se aprontara, no hay más espera, vivamos el ahora entre carne y alma, sensaciones y pieles, provocando mis poros, el sudor y mis sentidos se confabulan con tus intensiones. Arrímate a mis caderas como si de ellas tu vida dependiera, disfruta reconociéndome intensamente, aprisiona mi cintura, cógela segura y tiernamente, convénceme entre la locura más infinita, riamos, charlemos, gritemos, lloremos.
Sensaciones múltiples desahogando mi sistema.
Muchos follan, otros fornican, varios evaden, también siguen la rutina, pero aquí, aquí sucede un acto de demencia sensual, amor mortal, unión mística entre par de chiflados felices, atolondrados cuyo propósito   es alcanzar la esencia del otro, penetrar sus corazones cuales caricias mesan sus gemidos y estallen cada placer latente sobre sus pechos, decidiéndote entre mis muslos, subes y alimentas tu lengua inquieta atravesando mi interior exhausto y confundido, emanando éxtasis hacia tu animal profundo devoras mi lujuria amándome de las maneras que tu tan solo conoces, como ningún otro.
Mírame, analízame, permíteme la imprudencia de perderme un instante por tu mirada, deja que cometa este egoísmo individual de gozarte pasivamente, inmóvil deseo contemplarte para apaciguar mis caprichos.
Háblame si, deja escapar de tus labios alguna frasecita de esas que me hechizan, que me animan, que me amarran cada vez más a tu recuerdo, transforma tus palabras en poesía pura que enamore mis oídos, fusiona tu vos con tus manos y hazme el amor con la boca.
Perfórame el sentimiento con dulzura y abrazos.


Solo atrévete a lo que ningún otro pudo, viajar  a un mundo paralelo a este, ni te imaginas la perfección que sería tan solo distraerme de mi realidad, en una dimensión desconocida de mi cabeza donde los segundos sean momentos eternos y tan solo divisarte y percibirte me alivien el corazón y envuelvan mi mente.

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