Entre
bosques hechizados, tenebrosos y maravillosos, a través de enredaderas de seda
por arañas ancianas, sobre pétalos marchitos y afligidos, dentro de aguas y
lagos profundos, e inimaginables, rodeado de música natural, grillos, búhos,
pajarillos y lagartos, una sinfonía astral, mágica, animal... Se distingue
única y clara, bella y sin igual, la vos más exquisita y perfecta que habrá de
existir, dulce, fina y fresca, el cantar de un ángel terrenal que hipnotiza con
su presencia.
Oh
ninfa, criatura espiritual utópica que se cruza en mis sueños conscientes, no
decidas mi Infortunio, si abres tus ojos moriré inmediatamente de amor tras tu
vista sensual e intensa la cual cometerá mi perdición, tu boca de rubíes,
perlas cuales dientes, lunas grisáceas cristalinas ocupan tu mirada. Las flores
se ponen de acuerdo para vestir entre hojas y colores tu magnifico cuerpo de
mármol, poderoso y pálido, mientras las hortensias se posan por tu rostro y
colorean delicadamente tus mejillas, cuando aparece de pronto una rosa espinada,
entre sangre y rojo potente, sus lágrimas de roció dan pinceladas suaves sobre
tus labios fríos. Despiertas de tu narcosis interminable, surges desde el
paraíso inhumano, danzando por jardines verdes, revolcándote por la yerba sana,
jugueteando con los insectos y las hadas, inocente, pura e ingenua, plantas tu
sonrisita tierna, infantil y tuya, solo tuya en los recuerdos en proceso de los
recién nacidos.
No
escapes, nunca huyas, presa de esta dimensión legendaria, si tan solo pisas la
tierra sin vida de esos seres despiadados, egoístas y crueles esos bastardos,
en la demencia y soledad eterna estarás destinada, extraviada, corriente serás,
junto a una maldición viva en culpa de ellos, tu peor agonía.
Autodestrucción
absoluta, nunca oses besar carne ordinaria, no entregues tu corazón a quien
nace y perece en el polvo. En sus manos serás como una frágil porcelana cual
con facilidad romperán sin remordimiento alguno.
Cuidado
con los hombres amargos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario